miércoles, 10 de junio de 2009
domingo, 7 de junio de 2009
miércoles, 3 de junio de 2009
El fin de la fotografía instantánea.
Polaroid, la empresa estadounidense dedicada a la fabricación y distribución de cámaras y películas fotográficas instantáneas, acaba de anunciar el fin de la fotografía instantánea.
Las particulares películas de las míticas cámaras instántaneas dejan de fabricarse. Y es que la revolución digital está poniendo en situación complicada a las empresas que tradicionalmente se dedicaban a suministrar productos fotográficos analógicos.
Pese a que los nostálgicos de la mítica marca se cuentan por miles, los ingresos generados no son suficientes para mantener las tres factorías que ahora cierran en Estados Unidos, México y Holanda.
Tras un anuncio de bancarrota con unas deudas de 1.000 millones de dólares, la pequeña inyección económica de emergencia que acaban de recibir (de 13 millones de dólares), de momento servirá para pagar alguna deuda y los sueldos de sus empleados.
Desde la cúpula de la empresa, que ya ha cumplido los 70 años, esperan lograr la supervivencia “reinventando la marca” para redirigir el negocio hacia la fabricación de impresoras portátiles para móviles y cámaras digitales.
Según la BBC, la empresa tiene carretes suficientes hasta 2009 y espera vender la licencia para que otras marcas continúen distribuyéndolos a todos aquellos amantes de la famosa cámara.
Roberto Edwards
El fotógrafo y empresario chileno Roberto Edwards nació en 1937, y ya a los 14 años su vocación por las imágenes quedó establecida al tomar sus primeras fotografías. Tras realizar estudios de arquitectura, economía y cine, a los 30 años puede concretar dos proyectos que significarán un vuelco en el mundo editorial y de la impresión en Chile: la publicación de la revista Paula, y la instalación de prensas rotativas a cuatro colores en Editorial Lord Cochrane.
Desde su primer número y por más de tres décadas, Roberto Edwards se hizo cargo de la fotografía de la moda en Paula, renovando su estilo al ritmo de la temática de sus imágenes. En 1976 expone en el Museo Nacional de Bellas Artes uno de sus trabajos más emblemáticos: Los Oficios. En él registra una serie de actividades propias de la identidad popular chilena, salvándolas de su extinción en la frágil memoria colectiva.
La temática central de Edwards se consolida en el ser humano, que permanecerá como protagonista de toda su obra. Así, en 1981 concibe uno de los proyectos más ambiciosos de la historia cultural de su país: Cuerpos Pintados. Invita a 45 artistas chilenos a reemplazar la tela inerte por cuerpos vivos, y fotografía los resultados. Este emprendimiento culmina con la publicación de un libro, y con una muestra de un centenar de ampliaciones de gran formato más un diaporama de 1200 imágenes, que se inaugura en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1991. Luego, la exposición recorre 32 museos del mundo hasta el año 2000, siendo vista por más de un millón y medio de personas.
Roberto Edwards participa en un proyecto como artista plástico, Pintar a más de cien artistas de toda América y otras latitudes, así como a fotógrafos, músicos y especialistas en la intervención corporal a través de la historia y las culturas. Junto con registrar y publicar sus obras, Edwards desarrolla también creaciones
propias donde combina lo experimental con el humor y el drama. Su monumental homenaje de 15 mil imágenes a la asombrosa versatilidad del cuerpo humano se abrió al público chileno en la primavera de 2003, para luego seguir un amplio recorrido por el mundo.
Pintura corporal y sociedades tradicionales
Body painting Esculturas de papel
Probablemente incluso antes de que la primera piedra fuese grabada, el hombre aplicaba pigmentos sobre su cuerpo para afirmar su identidad, la pertenencia a su grupo y situarse con relación a su ambiente. Esta práctica ilustrada se convierte en un instrumento de transformación. Los dibujos y los colores permiten cambiar de identidad, señalar la entrada en un nuevo estado o grupo social, definir una posición ritual o reafirmar la pertenencia a una comunidad determinada, o sirven sencillamente de ornamento.
La pintura corporal, reaparece en Occidente a finales del siglo XX. Arte transitorio, el pintor crea un dibujo sobre su modelo. Se le consagran varios festivales, entre ellos el de Seeboden en Austria "World bodypainting festival" y el de Bruselas en Bélgica en el Festival Internacional de la película fantástica, "The International Body Painting Contest".